Nota aclaratoria: esta entrada en el Blog no es de mi autoría (ya quisiera yo) solo sirvo hoy de mano ejecutora y comunicadora de las palabras del Pirata Fabius que como en ocasiones anteriores me ha pedido que publicara sus escritos en su nombre, hecha la aclaratoria pertinente por favor disfruten de sus palabras. Que MEV os proteja
Hermanos, hermanas. Hermani todos, como diria San IGNotus.
Desde este pulpito que el bien hallado Monesvol, tres veces alabado sea él, querría compartir con vosotros algún conocimiento para la auto defensa de la fe.
Hoy, a pesar de que todos lo deseéis, no voy a hablaros de auto-inmolarse a base de tomar cantidades ingentes de nuestra santa bebida para, acto seguido, marcar el teléfono de la exnovia de turno. Hoy, hablaremos de las falacias. Un tema, que no por manido deja de ser útil.
Comenzaremos por el principio, o el final, o la de en medio. De hecho, al ávido lector que le guste estos temas farragosos, pase de esto y se vaya a libros mucho mas útiles.
Ley de Godwin
Un señor de Estados Unidos enuncio lo siguiente:
«A medida que una discusión online se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis, tiende a uno»
(Si sangra puede morir… como los nazis)
Con esta ley, básicamente se señala el fin de una discusión cuando esta se ha desviado lo suficiente del tema general. El objetivo no es otro que recalcar lo burdo que puede ser a veces comparar trivialidades con genocidios.
Siempre se asocia a Hitler con el mal, por motivos lógicos igual que a determinados cultos se les asocia a la pederastia. Pero tenemos que tener en cuenta que este tipo de ley, su abuso, puede llevar a cosas ridículas. Si bien es cierto que el genocida Adolf Chaplin hizo muchas cosas malas, no todas las cosas que el hizo son malas.
Su amor por el Zyklon B: Malo.
Su amor por Blondie, su perra: Bueno.
Usando de forma viciada esta ley se puede llevar al absurdo
“¿Te gustan los perros? —> Como a Hitler.”
El uso de esta ley es un ataque Ad Hominem.
Ad Hominen
Con esta falacia ganas el doble de puntos por latinajo kurto. No es más que un ataque dirigido a las faltas, o supuestas faltas, del argumentador. Aunque, y sobre todo, no tengan nada que ver con lo argumentado.
Por ejemplo:
“Argumentador: El ayuntamiento de Madrid deja de percibir mas de 110 millones de euros por negarse a cobrar el IBI a la Iglesia Católica. Teniendo en cuenta que muchos de esos inmuebles la Iglesia los alquila, generando un beneficio…-
Replica ad hominem: Eso es falso, porque es obvio que tu no tienes una educación básica. Con esa pata de palo, ese parche en el ojo y todo el chaleco manchado de salsa carbonara, se nota a la legua que eres un ateo a sueldo de Moscú… y ese garfio es de nazis.”
El ad hominem tiene una subdivisión digna de elogio, que se usan argumentos aceptados por el interlocutor para rebatirle. Es muy común usar las creencias religiosas del otro como munición.
Por ejemplo
– Pepe, tenemos que hablar. Deberías dejar de mezclar cocaína con cacao. Va a matarte. La droja es mala.
– Pero que dices que me va a matar ni que Trojeiro. Por lo menos no me paso el día pensando en putas y borracho como tu.
– ¿Perdón?
– Acaso no crees que todo acaba en un volcán de cerveza y strippers.
– Si, pero veras la droga…
– Así que reconoces que te vas de putas… vaya el señor que da lecciones de moral.
Y con eso llegamos al tercer y ultimo argumento de nuestro post sobre las falacias.
Argumento ad vericuam
También conocido como argumento de autoridad, master dixit o mi padre me lo dijo.
Consiste en defender algo verdadero porque el que lo dijo tiene autoridad en la materia.
Ejemplo:
El preservativo no protege del sida porque lo dice Intereconomía.
Otras disertaciones de Fabius: Evolucionismo vs Creacionismo bajo la mirada de un Pastafari